viernes, 1 de abril de 2011

Reflexiones de un radialista apasionado

Cuando inicié mi aventura radiofónica hace ya unos cuantos años, no imaginé la fantástica experiencia que experimentaría desde entonces.

Podría haber usado otro adjetivo, como increíble o sorprendente, pero creo que el adjetivo que mejor define mi experiencia es: fantástica. Porque algo es fantástico cuando surge de la imaginación. Y si tuviéramos que definir la radio con una sola palabra de nuestro inagotable vocabulario yo casi con toda seguridad utilizaría esta última.

Se puede disfrutar de la televisión, de un periódico o incluso de la excitante adicción que nos supone relacionarlos virtualmente a través del magnetismo inquietante y cada vez más necesario de las redes sociales y páginas web de información y contenidos socio-culturales que nos ofrece internet.  Yo prefiero la radio.

Todos los medios de comunicación que conocemos tienen características propias que les hacen ser lo que son y ofrecen el mensaje de manera diferente. La radio se escucha; pero no se ve, ni se lee. Nos inventamos al locutor y creamos infinitas imágenes de lo que nos está contando. Tantas imágenes como personas pueden estar escuchando en ese mismo instante. Necesitamos esforzarnos y hacer trabajar a nuestros cerebros zombies, infectados por la pereza y el conformismo que nos rodea.

La radio tiene muchas formas de acercarse a ti, siempre usando el sonido como elemento fundamental. Y ese sonido que escuchamos en forma de canción, o a través de una voz seria y grave de boletín horario, u otra dulce y cautivadora de cuentacuentos; ese sonido convertido en efecto sonoro enriqueciendo un relato, te traspasa el oído viajando a una velocidad de vértigo. Y esa fugacidad sonora, el instante en el que la radio irrumpe en tu interior inundando todos los recovecos de tu inocente cabecita, es fantástico.

Esta unisensorialidad y fugacidad del mensaje a través de la radio de la que os hablo, obliga a los locutores a usar con mayor intensidad y esfuerzo los recursos expresivos  de la voz delante de un micrófono. Nos narran lo que sucede alrededor nuestro. Y eso, amigas y amigos, es fantástico. Porque el resto de medios de comunicación usan la imagen fundamentalmente, para acercarnos el mensaje. Y la imagen, aunque vale más que mil palabras, nunca superará el valor de la fantasía y la imaginación.

Como podéis observar, no escondo mi inofensiva admiración ante la radio. Pero el mundo evoluciona. Me imagino a mi bisabuela, sentada en su mecedora, con una pequeña radio en la mano, muy cerca de su oreja, escuchando un programa de radio. Y con su dedo índice, cargado de experiencia y sabiduría, girar al azar la ruedecilla del transitor analógico hasta alcanzar en ocasiones, una señal nítida y clara, suficientemente limpia, como para recostarse con su cojín y disfrutar de un buen radiodrama, o simplemente de la voz de Ella Fizgerald o el trombón de Glen Miller.

Ahora, mientras termino estas líneas, yo también escucho a Benny Goodman y su orquesta, pero no tengo un transistor analógico que llevarme a la oreja. Estoy delante de un ordenador, con una ventana de youtube abierta, y un video de imágenes grises y sucias por el paso del tiempo, a la vez que escucho el sonido de la música. Y mientras escribio un artículo que me define como radioapasionado, subo a través de otra ventana un audio para "postear", es decir, para unir a estas palabras mediante un código complejo de letras y símbolos un archivo sonoro alojado en un espacio virtual gratuito.

La radio también evoluciona. Ahora se emite radio por internet. Y además, si no llegamos a tiempo de escuchar el audio, podemos descargárnoslo como haréis vosotros, los que aún no habéis terminado de leer esta artículo, dentro de un rato. O escucharlo directamente con solo apretar una tecla de vuestro ordenador o un débil y monótono giro de muñeca. Hacer radio, como siempre se ha hecho, ya no vale. Ahora redactoras, locutores, técnicos de sonido, guionistas y realizadoras, deben usar su imaginación, para hacernos llegar el mensaje a través de las nuevas tecnologías sin que el olor del transistor de mi bisabuela desaparezca.

Dejando la nostalgia a un lado, creo que las infinitas posibilidades que nos ofrece la radio en estos momentos hay que aprovecharlas. Por eso, cuando entro en este blog, que acaba de nacer y veo como el alumnado ayudado del profesorado de un instituto de barrio, hacen radio, creo que las cosas marchan bien.

Os dejo un pequeño audio para que entendáis, cuando hablamos los que estamos en este mundillo de las ondas, del uso de los recursos expresivos a que nos referimos. Y también os animo a que participéis en este blog, haciendo radio, o visitándo la página, descargándoos el contenido y compartiéndolo con quien os apetezca.

Por cierto, por si no os habéis dado cuenta, cuando hablo de la radio, hablo de la que puedes hacer tú. O tus amigos, las vecinas y vecinos de nuestros barrios. La radio comunitaria y alternativa. La de la calle, o la de un instituto. Hay muchos tipos de radios, tantas como personas puedan imaginar... y eso, es fantástico.

José Ramón Planelles
Coordinador de acciones formativas de OMC Radio

Uso de los recursos expresivos

jueves, 31 de marzo de 2011

Bienvenidos.

Bienvenid@s al blog de radio de El Espinillo.

Este espacio se ha creado gracias al esfuerzo y la dedicación del alumnado, profesorado de El Espinillo y monitores de la radio comunitaria de Villaverde, OMCRadio. 

Estamos en el distrito de Villaverde, en Madrid y queremos dar a conocer los contenidos socioeducativos y culturales que se realizan en este taller.

Durante el curso escolar 2010 y 2011, distintas personas de diferentes cursos de E.S.O. y Bachillerato daremos a conocer distintos proyectos y actividades que se realizarán a lo largo del mismo. Para ello usaremos como herramienta fundamental la Radio y la aplicación de las nuevas tecnologías.







Os ofreceremos contenidos como el especial de Miguel Hernandez con motivo de la celebración del centenario del nacimiento de éste, programas sobre derechos humanos, igualdad de género, hábitos de lectura, micro relatos de ficción, y todo lo que se les ocurra a nuestras mentes inquietas y aventureras. 

A lo largo del curso también se irán incorporando al blog nuevos programas sobre diversos temas como la semana cultural del instituto que celebra su décimo aniversario.

También los lectores, de un modo didáctico, podrán enviar correos con solicitudes, críticas, propuestas de contenido a radio.elespinillo@gmail.com


Os invitamos a que escuchéis, descarguéis, compartáis, y difundáis estos contenidos.